Estimados conciudadanos, no es menester reabrir el blog antes de, al menos, la semana que viene; pero me apetece comentar como ha ido el findesemana.
En primer lugar, la peña "el pollaso" ha sufrido un duro varapalo y por segunda semana consecutiva somos acreedores de un "buen nabo" gentileza de Loterias y Apuestas del Estado. Nuestro partido con la fortuna lo vamos perdiendo 2-1, pero tenemos la firme determinación de empatar este finde.
Menuda mierda de tarde de sabado en lo que futbolísticamente se refiere. El Sevilla tiene posesión de balón, controla el juego y crea ocasiones (toda la sartenada de gilipolleces que les gusta a los cerebropensantes que se creen que han inventado esto), pero en lo que de verdad importa, el gol, lo regala al rival en una acción de chiste, como bien la ha definido el amigo Tontolino.
Falta de intensidad, de profesionalidad, de concentración, de compromiso y de ganas de jugar al fútbol, añado yo. Si esa misma jugada termina en gol porque Negredo y Varas se han chocado al intentar despejar el balón con todo el alma (7 puntos de sutura cada uno); me daría coraje, pero lo entendería.
Pero lo que es inexplicable, y es ejemplo clarividente de que el personal no está metido en la película, es que el balón lo empuja hacia adentro el cabesanabo de turno porque ninguno de los dos jugadores sevillistas se quita de encima la bola.
Con este cabreo en el cuerpo me dispongo a ver el partido que disputaba el Valencia en el estadio Manuel Ruiz de Lopera.
Se adelanta el Valencia en el marcador y yo mas contento que un cochinito revolcandose en el barro. En ese momento me acuerdo de una amiga bética que me había dicho la semana pasada que me iba a dejar de seguir en twitter y pienso "pues como esto acabe así, hoy si que me manda al carajo, fijo".
No pudo ser, a punto de acabar el partido empata el canario de los cojones. Y cuando me estoy autoconvenciendo en plan: "tengo la X en la quiniela", "total, a estos cabrones un punto no les vale pa na", etc; coje y vuelve a marcar el canario de los cojones.
Y me termina de joder la quiniela.
Y me termina de joder la tarde.
Osease, que Papelboy va camino del trabajo con los siguientes pensamientos en su mente: "El Sevilla ha perdido, el gol nos lo ha metigo un calvo cabron ex-bético, precisamente estos cabrones han ganado, encima en el descuento. En los 30 segundos de clásico que me daba tiempo de ver ha marcado el puto madrid, etc."
Y en medio del tremendo mosqueo, me da tiempo de hacer algunas reflexiones.
Siempre me he reido de las criaturitas por eso que dicen ellos de "manquepierda". Yo por "manquepierda" entiendo salir del "tajo" para irte a la "tajo" y cojerte un ciego del "carajo". Y lo que pase después da igual, la cosa es hechar la tardecita.
Pero, ¿significará lo de "manquepierda" estar con los tuyos cuando vienen mal dadas?. ¿Se refieren a apollar a un entrenador que siente los colores como ellos y que se está dejando los cuernos por ellos? ¿será darle animos a un entrenador que ha sacado un punto de 30 posibles, porque él se ha ganado el crédito como para que lo apoyen?.
Si es eso, no me cabe duda (mas que me pese en el alma) de que se salvan. Y me vuelvo a meter el champan por el tunel de la peste.
Si el "manquepierda" es eso, lo mismo, estimados hermanos sevillistas, deberíais haber tomado buena nota, como diría mi añorado Don Manuel.
Nosotros también tuvimos un entrenador que sentía los colores como nosotros, y que se estaba dejando los cuernos por nosotros. Pero no para ascender, ni para sacar un punto de 30. Al hombre se le ocurrió dejarnos 3º en la liga española, por delante del Valencia de verdad (el de Villa, Mata, Silva, Joaquin, etc).
Pero mis estimados hermanos sevillistas, que son muy listos ellos, prefirieron abonarse al linchamiento público del entrenador, "manquegane".
Y así nos va...
PD: en estos momentos el San Roque de Lepe me tiene acojonao
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