Exhausto de intentar saber o desentrañar, porque no es fácil, cual es la verdad de todo cuánto ocurre.
Anoche vi una peli de un barco fantasma y me acosté pensando en cosas de fantasmas que paso a compartir porque para eso se me ocurrió un día hacerme un blog.
¿Para que paso dos horas viendo una peli sobre fantasmas teniendo un canal de noticias TVE 24Horas?
¿No piensan ustedes que bastantes fantasmas tenemos ya en los Gobiernos?
Y hablo en plural, porque ya me la trae pendulona la tendencia política de quienes nos gobiernan en la actualidad, o quienes lo hicieron anteriormente.
¿No piensan ustedes que misteriosas son, efectivamente, las apariciones y, por supuesto, desapariciones de nuestro flamante presidente?
Aunque no se si es peor que lo veamos o que no esté.
Y, punto clave. ¿No creen ustedes que todo cuanto ocurre en nuestro país, y en muchos otros, es fruto de una tremenda conspiración para que determinados grupos, personas o incluso naciones se hagan con el control más absoluto del resto?
Me parece absurdo a la vez que triste que el personal, becerrito a más no poder, se tragara la pelicula. #SumateAlCambio , les decían.
Muchas veces tengo la sensación de ir en un barco a la deriva sin que nadie sepa coger bien, con fuerza y decisión, el timón para llevarnos a buen puerto.
Vamos dándo bandazos, dependiendo de dónde sople el viento, es decir, la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo ...
Y nuestro capitán y sus oficiales, o son incapaces de fijar el rumbo, o están totalmente a merced de esos vientos que soplan.
Les da igual el puerto al que lleguemos, si esque llegamos a alguno, siempre que haya botes salvavidas para ellos, claro.
¿Y que pasa con los demás? La respuesta la tiene la oficial Andrea Fabra "Que se jodán".
Y mientras tanto, la marineria lucha como puede contra las olas de los recortes e intenta, como puede, plantar cara a las tormentas de la crisis.
Con un capitán y unos oficiales tan indecisos e incapaces de hacerlo llegar siquiera a un tranquilo islote.
Con un capitán y unos oficiales que ocultan las verdaderas concidiones en que se encuentra el barco y que no toman las decisiones correctas para sacarlo de esta gran tempestad.
Con un capitán y unos oficiales de esta calaña, lo más lógico es que a la marineria se le terminen inflando los cojones por ser siempre los mismos quienes sufren los embistes del viento y las olas.
Que acaben tomando conciencia de que la única forma de sobrevivir al naufragio y por ende, salvar sus vidas, es tomar ellos mismos el gobierno del barco.
Organizar un motín a bordo para llevar la embarcación al mejor puerto posible.
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